Colegio Público Rural TRESFUENTES

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Historia del centro

Si bien la historia del Grupo Escolar de Alájar, la Escuela Graduada Mixta de Linares y Santa Ana está tan arraigada en nuestros municipios como lo pueden estar otras instituciones ligadas al nacimiento mismo de los pueblos, la trayectoria del Colegio Tresfuentes, como agrupación de escuelas, no es tan antigua.

Todo empezó cuando allá por el 1985, tres jóvenes maestros, Pepe Benjumea García, Guadalupe Bejarano Muñoz y José A. Ramos Blázquez, decidieron irse a trabajar al colegio de Santa Ana procedentes de Cortegana. En los trámites de presentar a la Delegación Provincial de Educación un proyecto de escuela rural para la Escuela Graduada Mixta de Santa Ana, contactan con el que era entonces el inspector de compensatoria Paco Gomera López. Por esa época, 1984-1985, ya se habían puesto en marcha los ADERSA (Agrupación de Escuelas Rurales de la Sierra de Aracena) y ADERANES (Agrupación de Escuelas Rurales del Andévalo) y desde la inspección se vio una excelente oportunidad de aprovechar la energía de esos jóvenes maestros para sumar a tres pueblos más en un proyecto común a través un nuevo ADERSA.

Durante esos años, el apoyo a la escuela rural era una línea estratégica de acción educativa y se podían organizar equipos docentes en base a ese compromiso de trabajar en Santa Ana, se asumió la responsabilidad de contactar con los colegios cercanos de Alájar y Linares de la Sierra para ver si había disponibilidad de iniciar una nueva andadura juntos.

Durante el curso 1985-1986 se creó un grupo de trabajo con los directores de Alájar, Ángel López Domínguez y de Linares de la Sierra, Antonio Fernández Ramos, para ir sentando las bases de esta nueva entidad que a la postre fue el ADERSA V.

Y así, durante el curso 1986-1987, empezó todo. Aunque al principio se funcionaba con independencia como tres colegios distintos, enseguida se fue asumiendo un cambio importante en la dinámica conjunta de los tres centros. Había que luchar contra muchas dificultades. Las circunstancias sociales del momento, las malas comunicaciones que existían, la misma forma de ser de los serranos eran un gran impedimento para ese cambio de paradigma, pero pronto se pasó de ser centros aislados a compartir actividades, programaciones, maestros de apoyo, especialistas, horas de reuniones y unas líneas básicas de funcionamiento que presagiaban un cambio sumamente novedoso de concepto y de enfoque en la educación.

Comenzaron a programarse actividades conjuntas entre alumnado y maestr@s, a unificarse metodologías y a introducir nuevos enfoques educativos todo bajo la supervisión de un grupo humano igualmente comprometido como era el Equipo de Compensatoria de la Delegación con Paco Gomera a la cabeza y con la colaboración de Lorenzo Balbuena Antonietty y Antonio Casillas Quirós que a su vez se apoyaban en el territorio en la figura del maestro de compensatoria , José María Romero de la Osa Mateo y posteriormente José Luís Macías Rico que han venido trabajando estrechamente con los ADERSAS durante más de 30 años, hasta el 2018.
Ya por entonces comenzaron a diseñarse actividades participativas donde se movilizaban a las tres comunidades al menos tres veces al año en los llamados “Encuentros y convivencias”. Muchos de nuestr@s alumn@s no conocían ni siquiera los otros dos pueblos dado que el principal factor contra el que se quería luchar era con el aislamiento tradicional que estos núcleos de población habían tenido históricamente.

Mientras tanto la Escuela Graduada Mixta de Santa Ana pasó a llamarse Colegio Arco Iris en un proceso participativo en el que el nombre fue elegido por los propios alumn@s.

Al poco de empezar, la Escuela de Linares decidió continuar nuevamente en solitario por lo que durante un par de años el ADERSA V estuvo funcionando sólo por los colegios de Alájar y Santa Ana hasta que nuevamente Linares se integró y ya de forma definitiva hasta que posteriormente el Colegio pasó a ser un único centro y desaparecer administrativamente como tal el colegio de Alájar, Linares y Santa Ana.

Durante el curso 1987-88 se creó la figura de los CPRA (Colegios Públicos Rurales Agrupados) que mantuvieron el mismo nombre de los proyectos originales por lo que nuestro centro se denominó CPRA ADERSA V.

Poco después, los CPRA perdieron la A y pasaron a ser sólo Colegios Públicos Rurales Colegios. Esta normalización de los C.P.R. conllevaban que hubiera varios pueblos agrupados administrativamente en uno solo gracias al decreto 29/1988, de 10 de febrero de 1988.

Durante el curso 1995-1996, se decidió dotar al centro de una identidad propia y se planteó un concurso entre l@s alumn@s del colegio para elegir el nombre que lo representara. Salió elegido el de “Tresfuentes” propuesto por el alumno, entonces de EGB, Antonio Muñiz Martínez. Posteriormente, se pensó en identificarlo con un logo por lo que nuevamente se buscó la implicación de l@s alumn@s y una vez más fue elegido el dibujo de Antonio Muñiz siendo el que actualmente se viene utilizando. Dicho dibujo simboliza las tres fuentes que existen en los tres pueblos que al final se unen en la ribera de Santa Eulalia y a la vez simbolizaba también a los tres colegios como la fuente de saber y de cultura que viene irradiando la vida cultural de nuestros pueblos.

Creo que es importante destacar lo que supuso el inicio de este proceso no sólo en nuestros pueblos si no en todos los municipios rurales de Andalucía y España. Fue un cambio radical de concepto, de modernización de una escuela abandonada a su suerte, sin recursos, sin infraestructuras, sin materiales educativos hacia una modernización sin precedentes. No podemos olvidar que por entonces el nivel de analfabetismo total y funcional era enorme en la España y Andalucía del interior y que los nuev@s maestr@s que llegaban a estos centros venían con una mentalidad clara de transformación social para luchar con el enorme salto cultural y los complejos que entonces envolvía al mundo rural.

Así, es importante destacar que los primeros pasos que nos planteamos fueron:

  1. Superar el aislamiento de toda la comunidad educativa, alumn@s, padres-madres y maestr@s.
  2. L@s maestr@s empezaron a realizar reuniones de coordinación reunirse de manera quincenal y luego semanal para planificar tareas conjuntas, unificar programaciones, adaptar la práctica docente a las nuevas metodologías, incorporar materiales nuevos…
  3. Se quería por un lado evitar el desarraigo del alumnado de sus pueblos y evitar los desplazamientos a otros municipios dada la política de concentración en grandes colegios y escuelas hogares que estaba en vigor pero por otro había que evitar el aislamiento tradicional que se daba en los pueblos por lo que se procedieron a organizar encuentros-convivencias y las olimpiadas entre l@s alumn@s de los pueblos agrupados y posteriormente con otros CPRs y otros colegios de la provincia, Andalucía y España. Ésto era fundamental para superar las carencias de interrelación que se daban en esa época.
  4. Consolidar, gracias al convencimiento de que la heterogeneidad de nuestras aulas era una buena oportunidad de aprender, una enseñanza de calidad aprovechando la singularidad de clases con agrupamientos de alumn@s de distintas edades.
  5. Maestr@s itinerantes que apoyaban la labor docente de l@s tutores y posteriormente el nuevo sistema de maestr@s especialistas itinerantes para garantizar las mismas condiciones de aprendizaje que colegios más grandes.
  6. Aprovechar y poner en valor todas las potencialidades que el medio físico, natural y cultural le daba a nuestros centros y que proporcionaba una fuente inagotable de recursos didácticos.
  7. Poner en marcha un equipo permanente de todos los CPRs de la provincia a través de reuniones periódicas trimestrales de los Director-as de ADERSAS y ADERANES coordinado por el equipo de Compensatoria y los maestros de compensatoria de la Sierra y Andévalo que sentó las bases de una buena organización administrativa, que trabajaba de forma sistemática la planificación de actividades conjuntas, cuidando los ámbitos formativos, didácticos y metodológicos y una estructura permanente donde reflexionar sobre la práctica docente en este tipo de centros.
  8. Elaboración conjunta de un documento de “organización y funcionamiento de los CPRs de la provincia que fue modelo de referencia para el resto de las provincias de Andalucía.

Por aquellos inicios se empezó a acuñar la definición de CPR como un colegio con los pasillos muy largos, algunos de varios kilómetros, que ha ido presidiendo la dinámica de los colegios en la actualidad.
Con el paso de los años, si echamos la mirada atrás, después de varias generaciones de alumn@s, alumn@s que ya son padres-madres, padres que hoy son abuelos… podemos decir que gracias a una política educativa muy comprometida con la Andalucía rural, gracias a la gran cantidad de maestr@s, inspectores, maestr@s de compensatoria, EOES, y de toda la comunidad educativa, ha sido todo un acierto haber apostado tanto por la enseñanza en este tipo de centros. Muchas ilusiones, muchas horas de trabajo vertidas pensando en lo mejor para nuestros hij@s que son hoy adultos con responsabilidades en muchos áreas y trabajos que han sido educados en la escuela rural y que han vivido experiencias que nunca olvidarán.
Gracias a tod@s l@s que han hecho posible esta travesía.
Mucha energía y fuerza para continuar con la excelente labor que nuestros centros han hecho por mantener viva la vida rural.